Toda migración implica una experiencia de pérdida de familiares, amigos, modo de hablar, costumbres, comida, tierra, sentido de pertenencia y referentes, entre otros. Cuando este proceso es motivado por el deseo de una mejor forma de vida, estudios, placer o esparcimiento, se planifica y preparan las condiciones para hacerlo de la mejor manera posible. Sin embargo, cuando migrar se convierte en una necesidad para preservar la vida o la integridad, la salida es menos organizada o nula; se deja todo atrás, llevando únicamente lo esencial. En esta circunstancia el impacto es mayor: todo cambia de manera intempestiva.
Los migrantes y refugiados hacen intentos por aceptar las pérdidas y recuperar una rutina; sin embargo, existen condiciones que dificultan estos procesos, como las vivencias en la ruta de desplazamiento y el rechazo que encuentran en el lugar de acogida o arribo. Entre las situaciones más frecuentes que enfrentan tenemos la discriminación, son vistos como ajenos y una amenaza al orden tradicional de la vida de los lugareños; enfrentan desempleo y, en muchos casos, explotación laboral, vivienda precaria y, con la pandemia por la COVID 19, mayor vulnerabilidad en todos los aspectos.
En estas condiciones, el sufrimiento se hace más intenso e impacta en el estado de ánimo de los migrantes y refugiados, como se pudo constatar en el estudio diagnóstico Riesgos psicosociales de violencia de género, trata de personas y explotación sexual que el Centro de Atención Psicosocial (CAPS) realizó en el 2019; en el cual se encontró que las mujeres de la muestra presentaban un riesgo alto de contraer un cuadro ansioso depresivo. Por esta razón, es de gran relevancia poder reconocer cómo se manifiestan la ansiedad y la depresión, de modo que podamos pedir ayuda especializada oportunamente para contar con las herramientas necesarias para superar cualquier crisis.
Cómo identificar la depresión y ansiedad
Depresión
Las personas que sufren depresión presentan estos síntomas:
- Tristeza, autorreproches, pérdida de la capacidad de experimentar placer e interés, sensación de vacío, apatía, ansiedad, tensión, irritabilidad, pérdida de energía e interés de satisfacción, inestabilidad, sentimientos de culpa, dificultades de concentración, pérdida del apetito, pensamientos de muerte y/o suicidio.
- Se pueden experimentar dolores corporales como lumbalgias, cefaleas (dolores de cabeza), síntomas gastrointestinales y cardiovasculares.
- Se sienten aislados, inhibidos y abrumados, avergonzados por la indiferencia hacia el prójimo.
- Pueden caer en el consumo de drogas, adicción al trabajo, sensación de no ser estimado o rechazado.
- Cambios en el sueño, apetito y sexualidad que afectan el funcionamiento social, laboral e interpersonal.
Ansiedad
Por otro lado, las personas que padecen de ansiedad:
- Sienten un alto nivel de tensión, preocupación y expectativa que agota sus recursos.
- Reacciones psicosomáticas, tales como: palpitaciones, problemas digestivos y respiratorios, dolores de cabeza y/o en otras partes del cuerpo que no tienen explicación física, sino que se originan por el estado emocional de la persona.
Recuerda, si tienes alguno de estos signos debes buscar ayuda especializada. En CAPS podemos ayudarte. Escríbenos a psico@caps.org.pe o llámanos a los teléfonos en Lima: 936 577856 / 9610366 610 / 970 854 076 / 970 844 672 / 936 577 856 o en Tumbes: 936 585 694 / 936 579 158 en donde un equipo especializado te brindará la orientación que necesites.
Publicado en la plataforma de VenInformado el 10 de diciembre de 2020 por Karina Dianderas, psicóloga del CAPS.