La salud mental es una de las temáticas más importantes con respecto a los niveles de bienestar de los individuos. En el contexto actual en el que nos encontramos, la crisis económica, laboral y de salud generadas a partir de la pandemia originan cuestionamientos con respecto a la salud mental de migrantes y refugiados que se encuentran en el Perú.
Para abordar este tema y lograr un mejor entendimiento, conversamos con la psicóloga Yenny J. L. Lloret, psicoterapeuta y miembro fundador del Centro de Atención Psicosocial (CAPS), quien cuenta con una amplia experiencia en la atención psicoterapéutica a la población.
En líneas generales, ¿cómo ha sido el proceso de migrar al Perú?
Dentro de la población migrante podemos distinguir a personas que tuvieron que migrar en búsqueda de mejores oportunidades de desarrollo económico y que vieron en Perú el lugar donde podían encontrarlas, pero también hay personas que salieron de su país porque sintieron en riesgo su vida y vinieron en busca de refugio y son las personas que cuentan con la condición de refugiado.
Ahora, para muchos de los casos, sean de un grupo o del otro, lo que han encontrado es más bien un entorno poco amigable, que se ha intensificado a raíz de la pandemia que estamos atravesando.
Las dificultades económicas y el miedo al contagio crean una situación de temor al extraño que se identifica muchas veces con el extranjero. Este miedo se expresa en un aumento de las conductas xenofóbicas que, en última instancia, también repercute en el acceso a los servicios de salud y a las oportunidades de empleo.
Entonces, si el solo hecho de migrar a otro país ya es difícil por la sensación de separación que te deja, el choque entre los ideales y las expectativas que tienen antes de venir al Perú y la realidad con la que se encuentran solo dificultan más la situación.
Dentro del contexto que describes, ¿cómo es su situación actual?
Muchas de las personas migrantes no han podido encontrar trabajo dentro de su profesión de base. Tenemos profesionales con muy buena formación, pero que en Perú se encuentran vendiendo caramelos o café, alguna que otra comida, haciendo alguna cosa para poder sobrevivir.
Cuando no se pueden cumplir sus planes de vida, cuando la realidad con la que se encuentran es tan distinta a la que se esperaban, puede suceder que tengan una sensación de desconcierto sobre sí mismos, sintiendo frustración frente a sus proyectos vitales y a su propia identidad, que se construye con el ejercicio de la profesión u ocupación previa.
Acompañado a esto, la misma situación de incertidumbre económica y desvalimiento afecta su estabilidad emocional y produce un mayor sentimiento de inseguridad sobre sus propias capacidades y una sensación de incapacidad para afrontar los problemas.
Frente a estas dificultades, ¿cómo se ve afectada su salud mental?
Dentro de la mitología romana, existe un Dios que se llama Jano; tiene dos caras: una que mira al pasado y otra que mira al futuro. Podemos decir que eso es más o menos lo que le pasa al migrante. Todo lo ven a la vez. No pueden mirar el presente sin mirar al pasado y el pasado constantemente le viene a la mente en contraste con el presente.
Al no sentirse capaces de cumplir las expectativas que tenían al migrar al Perú y que afecta en gran medida su proyecto de vida personal, empieza un discurso interno que se agrede a sí mismo; pueden pensar: “¿Para qué viniste? Mira lo mal que te está yendo, no valió la pena”.
Este sentimiento de culpa frente a la situación que están atravesando puede llegar a desencadenar una depresión u otras patologías. Entre los principales síntomas que se atienden en consulta se encuentran:
- Dificultad para dormir.
- Ansiedad.
- Irritabilidad.
- Distintas somatizaciones, como problemas de presión alta, cardiacos, en la piel.
- Sistema inmunológico afectado, haciéndolos más proclives a contraer enfermedades.
¿Cómo un psicólogo/a o terapeuta puede ayudar en esta situación?
Bueno, los psicólogos y terapeutas escuchamos a los pacientes. Nos cuentan aquellas situaciones difíciles por las que atraviesan y que les cuesta comprender y organizarse para hacerles frente.
El trabajo consiste en devolverles una visión más organizada de la situación que están pasando para que así puedan asimilarla mejor. Además, las personas al hablar de cómo se sienten logran exteriorizar todo el dolor, rabia, tristeza u otras emociones que en ciertas circunstancias se convierten en paralizadoras de la conducta, esto les permite ver las cosas desde otro ángulo y sentirse con mayor capacidad de afrontarlas.
El proceso en sí mismo hace que las personas se sientan acompañadas, acogidas por alguien que se preocupa por ellos y que se mantiene constante a lo largo del tiempo. Esto hace que, poco a poco, se refuerce su seguridad y se promueva su motivación.
El Centro de Atención Psicosocial (CAPS) brinda atención psicológica y social gratuita para proteger la salud mental de migrantes y refugiados a través de sus líneas telefónicas en Lima: 936 577856 / 9610366 610 / 970 854 076 / 970 844 672 / 936 577 856 y en Tumbes: 936 585 694 / 936 579 158. Escríbenos a psico@caps.org.pe
Publicado en la plataforma de VenInformado el 29 de marzo de 2021. Por Centro de Atención Psico-Social – CAPS. Fotografía: August de Richelieu, Pexels.