Jr. Caracas 2380 Jesús María - Lima   | +51 936583433 / 960788038

La prevención del suicidio es fundamental

El suicidio es un problema de salud pública importante, pero a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. A nivel mundial cada año, más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos. Un dato preocupante es que el suicidio constituye la segunda causa de muerte en el grupo de 15 a 29 años.

El suicidio es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en las Américas. Las personas de 45 a 59 años tienen la tasa de suicidio más alta de la Región, seguidas por las de 70 años o más.

Desde que la OMS declaró al COVID-19 como una pandemia en marzo de 2020, más individuos experimentan sentimientos de pérdida, sufrimiento, estrés y estados depresivos. Hablar abiertamente sobre la prevención del suicidio es fundamental. No podemos permitir que el estigma y el miedo al juicio ajeno silencien un tema tan crucial. No hablar del suicidio solo complica la detección de señales de alerta y hace que aquellos con pensamientos suicidas se sientan solos y desamparados. Acercarse a los seres queridos por su salud mental y su bienestar podría salvarles la vida (OPS. Prevención del Suicidio. 2023).

¿Qué podemos hacer para prevenir las conductas suicidas?

Cualquier persona es clave en la prevención del suicidio, ya que todos podemos marcar la diferencia como miembro de la sociedad: como hijos, padres, amigos, colegas o vecinos. Cada día podemos aportar para prevenir los suicidios en nuestro entorno.

  • Estar abiertos a reflexionar sobre el tema del suicidio y sensibilizar a otros.
  • Conocer las causas del suicidio y a sus señales de alerta.
  • Interesarse y acompañar de manera empática a las personas que se encuentran en situaciones emocionalmente difíciles.
  • Cuestionar el estigma asociado al suicidio y a los problemas de salud mental, compartiendo nuestras propias experiencias.
  • Ayudar a la persona a sostener sus vínculos interpersonales y sociales, promover la toma de conciencia y ofrecer esperanza.

En Perú:

Según el informe “Orientaciones para el abordaje de conductas autoagresivas, intentos de suicidio y suicidios en las comunidades educativas” del Ministerio de Educación (Minedu), el suicidio es un problema de salud pública de proporciones alarmantes. En nuestro país, las cifras son preocupantes: 1,666 personas fallecidas por esta causa entre 2017 y 2019 (Román, Moncada y Huarcaya, 2021). Lo más alarmante es que el 18% de estos casos involucra a niños y adolescentes (Instituto Nacional de Salud Mental, 2016).

De acuerdo con las cifras más recientes del Sistema Nacional de Defunciones (SINADEF) en Perú, en 2022 se contabilizaron 686 casos de suicidio. Notablemente, el 37% de estos casos involucraron a adolescentes y jóvenes: el 20.9% se encontraba en el rango de 15 a 19 años y el 16.6% entre 20 y 24 años.

Con relación al género, el dato también es alarmante. Los suicidios entre varones superan en una proporción de dos a uno a los de las mujeres. Estas cifras nacionales se alinean con una tendencia global: se estima que anualmente más de 700,000 individuos se suicidan a nivel mundial.

En el estudio realizado por el Centro de Atención Psicosocial en el marco del proyecto “Desarrollando bienestar psicosocial para la población refugiada, migrante y de acogida en el Perú (2022-2023)” con el apoyo solidario del ACNUR, con el fin de conocer la situación mental de los refugiados y migrantes venezolanos en Lima y Tumbes, se encontró que del total de encuestados (300 personas), en el que se les aplico un instrumento detección de síntomas ansioso-depresivos (SRQ-18), el 4% no tenía síntomas, y el 49% tenía entre 1 y 8 síntomas, lo cual implica que estaban en el rango de normalidad. Sin embargo, el 47% de las personas encuestadas presentaba entre 9 y 18 síntomas, lo que indicaba que estarían presentando algún síndrome de ansiedad y depresión. El dato alarmante fue que de ese 47%, el 15% respondió que había tenido la idea de acabar con su vida.

El 15% de la población encuestada señala que ha tenido ideas de suicidio, siendo Lima la de mayor proporción (9%), con relación a Tumbes (6%). De la muestra de 300 personas encuestadas, 44 señalaron que tenían ideas de acabar con su vida.

Desde CAPS levantamos nuestra preocupación por el alto índice de personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio. Reconocer las señales de alerta para poder acompañarlos a que no se sientan solos y ver qué podríamos hacer para prevenir estas conductas suicidas.

CAPS. Foto: Fundación Clínica de la Familia. 19 de septiembre de 2023.

Read Previous

HISTORIA DE MI MALETA

Read Next

Avances y desafíos fueron presentados en la Jornada de capacitación de Salud Mental en la región Tumbes